¡Qué rápido pasa el tiempo y, cómo , al mismo tiempo, va cambiando la sociedad sin casi darnos cuenta! Todavía recuerdo cuando nos llegó el primer alumno, ya comenzado el curso, que procedía de Bolivia. A partir de ahí, el aumento de inmigrantes en el centro se fue precipitando. Estos recuerdos me vienen a la memoria porque estos días he estado trabajando con alumnos haciendo unos carteles online sobre sus países de origen , y es cuando me he dado cuenta de que ya empezamos a tener inmigrantes de segunda generación, es decir, alumnado que, o bien algunos han nacido aquí o, lo que es aún más común, vinieron tan pequeños que casi no se acuerdan de ese momento. Esto les provoca una serie de sentimientos muy concretos ¿ de dónde son, de aquí o de allí?, ese allí a veces vive más en sus recuerdos que en la realidad que se encuentran cuando de nuevo vuelven a esos sitios de la infancia. Estos sentimientos de identidad o desarraigo se agudizan con situaciones motivadas por la crisis que estamos padeciendo: muchos familias inmigrantes sin trabajo están volviendo a sus países de origen, lo que les obliga tomar una decisión, sobre todo a los hijos mayores: ¿ qué hacer?, ¿ volver con la familia a lugares casi desconocidos o arriesgarse a quedarse solos no se sabe en qué condiciones?. Para reflexionar sobre estos temas ofrecemos un texto aportado por una compañera y proponemos también el visionado del reportaje que sobre este tema se ha emitido recientemente en el programa de tve2 Babel.
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